Mi niña bonita

¡Ay gitanilla! quién te mirara a los ojos y no viera a la luna en ellos, en tu piel se refleja el sol y en tu sangre el coraje. Eres fuerte como el roble pero suave como una rosa, tus andares deslumbran y tus palabras fulminan. Por fuera pantera por dentro hechicera, con amarga dulzura lo que das sólo tú lo quitas.   Bendita seas gitana bonita por este desvelo con el que hoy me torturas.

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