¿Qué habrá pasado con ellas?

Cuanto abandono el mío, que por sentirme atraída por los números he dejado de lado a las letras.  Poco a poco vuelvo a ellas, mis viejas y amadas letras, dulces compañeras, eternas misioneras del mensaje de mi alma, nutren mi espíritu y liberan mi mente.

Palabras, palabras y más palabras, sólo turban mi razón, me bloquean, me agobian, me alivian, me sanan, como quisiera que no me atormentaran, oh mis dulces palabras.

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