Mariposas en mi almohada

Siempre lo supe, es sólo que no lo quise comprender,
eso que tu denominas tiempo yo lo llamo inmadurez.

Y de nuevo me encuentro aquí,
librando batalla contra el sueño.
No sé que es peor,
si dormir o mantenerme despierta,
pues al abrir los ojos líneas fugaces recorren mi mente,
izquierda, derecha, arriba,
derecha, abajo, izquierda,
una y otra y otra vez más,
pero si cierro los ojos,
el monstruo de la noche me persigue,
me atormenta, me interroga,
se roba mi conciencia,
mis pensamientos y mi libertad,
tal como la última vez.

Maldita exclava me pienso,
soy una pequeña oruga,
atrapada me siento,
cuando en realidad mariposa bella y amada,
es lo que refleja esta niña dorada.

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